En los años 70 el Consejo Científico Interdepartamental para el Estudio de la Tierra
y la empresa estatal GNPP Nedra emprendieron un ambicioso proyecto: cavar el
hoyo más profundo de la Tierra en la región sur de Siberia, Rusia. Llegaron a
profundizar casi 13 kilómetros pero, una vez llegados a este punto, y tras 20
años de exhaustivo trabajo, se negaron a continuar con su objetivo y
abandonaron el proyecto… Dos teorías rondan este misterio, la oficial dada por
el gobierno ruso y la declarada por el Dr. Azaacov, encargado del grupo de
geólogos del proyecto que podría dar prueba científica de la existencia del
infierno o “inframundo”.
El proyecto consistía en investigar la litosfera en
el lugar donde la discontinuidad de Mohorovicic (una zona de transición
entre la corteza y el manto terrestre) se acerca a la superficie de la Tierra a
unos 35 kilómetros debajo del suelo. La URSS no reparaba en gastos y estaba
comprometida a lograr con el objetivo cuando, al alcanzar los 13 kilómetros de
profundidad cancelaron la investigación y abandonaron el lugar.
Fuentes oficiales del gobierno declararon que el proyecto del pozo de Kola no pudo seguir adelande
debido a las altas temperaturas que habían alcanzado: 180ºC, que superaban con
creces los 100ºC previstos para los 13 km de profundidad. Se estimó, entonces,
que llegar a los 15.000 metros supondría un aumento de la temperatura de hasta
300ºC, de manera que les resultaba imposible continuar con los medios técnicos
y financieros de los que disponían y abortaron el proyecto.
La otra explicación posible fue
revelada por el periódico finlandés Ammennusatia, que en una nota
publicada declaraba que para 1992 ya se había llegado a los 14.400 metros. En este punto, según la nota, la
temperatura habría alcanzado los 1.000ºC, y los científicos decidieron escuchar
las placas tectónicas con micrófonos para datar la actividad... lo que
escucharon les dejó aterrorizados, ya que les pareció oir sonidos de animales y
voces humanas.
El Dr. Azzacov, líder del grupo de
geólogos que tenía a cargo la investigación declaró para al diario: “Apenas
podíamos creer lo que estábamos escuchando. Escuchamos voces humanas, gritando
de dolor. A pesar de que una voz era más perceptible, pudimos escuchar cientos,
tal vez miles de almas gritando de sufrimiento” según palabras del mismo doctor “Lo que escuchamos convirtió nuestra
lógica científica en ruinas” y eso explicaría la fuga en masa de los
trabajadores y el posterior cierre del mismo.
De ser verdaderas las
declaraciones del doctor se estaría hablando nuevamente de la posibilidad de
desarrollar teorías intraterrestres, las cuales dicen que en el centro de la
Tierra existiría otro mundo. El
pozo de Kola continúa siendo hoy en día un gran misterio para la
humanidad.
Aquí les dejo las supuestas
grabaciones que escucharon los científicos, hace un tiempo que dan vueltas por
internet por lo que su autenticidad es dudosa.
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